Pintar con acuarelas es una actividad que combina técnica, creatividad y el uso de materiales específicos para lograr unos bonitos resultados.

Entre estos materiales, el papel es fundamental.

La elección del papel adecuado puede marcar la diferencia entre un buen y un mal resultado. 

Materiales del papel para acuarelas

El papel para acuarelas puede estar hecho de diversos materiales, cada uno ofreciendo distintas características que afectan el comportamiento del agua y la pintura y, por lo tanto, el resultado final. 

Papel de algodón

El papel de algodón es considerado el mejor para pintar con acuarelas debido a su excelente capacidad de absorción y durabilidad. Está compuesto, por lo general, de fibras de algodón 100%, lo que le confiere una superficie resistente y estable que no se deforma fácilmente al mojarse. Este tipo de papel permite una absorción uniforme del agua y de los pigmentos, facilitando la creación de degradados suaves y colores intensos.

Resultados con acuarelas:

  • Excelente absorción de agua y pigmentos.
  • Colores más vibrantes y duraderos.
  • Superficie resistente a múltiples capas de pintura. 

Papel de celulosa

El papel de celulosa está hecho de pulpa de madera y es más económico que el papel de algodón. Aunque es menos absorbente y resistente, puede ser adecuado para principiantes o para practicar.

Este tipo de papel puede deformarse con más facilidad al mojarse y no permite la misma intensidad de colores que el papel de algodón.

Resultados con acuarelas:

  • Absorción moderada de agua y pigmentos.
  • Colores menos vibrantes.
  • Mayor tendencia a deformarse con mucha agua. 

Papel mezclado

Algunos papeles combinan fibras de algodón y celulosa, ofreciendo un equilibrio entre calidad y precio. Estos papeles suelen tener mejor rendimiento que los de celulosa pura, aunque no alcanzan la calidad de los de algodón 100%.

Resultados con acuarelas:

  • Buena absorción de agua y pigmentos.
  • Colores más vibrantes que en papel de celulosa.
  • Mayor estabilidad y menos deformación comparado con el papel de celulosa.

 

Tipos de papel para acuarelas

Papel de prensado en frío

El papel de prensado en frío, tiene una textura ligeramente rugosa que permite que la pintura se adhiera bien y que el agua se absorba de manera uniforme. Es ideal para quienes buscan un equilibrio entre detalles y efectos de lavado suaves.

 

Papel de prensado en caliente

El papel de prensado en caliente tiene una superficie suave y lisa, lo que lo hace perfecto para detalles finos y trabajos precisos. Debido a su textura, no absorbe el agua tan rápidamente como el papel de prensado en frío, lo que permite más control sobre la cantidad de agua aplicada. 

Gramajes del papel para acuarelas

El gramaje del papel se refiere a su peso por metro cuadrado, medido en gramos (g/m²). A mayor gramaje, mayor grosor y capacidad de absorción de agua.

Existen 3 rangos principales de gramajes que puedes usar: 

190 g/m²

Este es el gramaje más ligero utilizado para acuarelas y aunque es económico, no es el más recomendable para trabajos intensivos de agua. Es ideal para bocetos rápidos o trabajos preliminares, pero puede deformarse con facilidad si se usa mucha agua. 

300 g/m²

El papel de 300 g/m² es considerado el estándar para la mayoría de los trabajos en acuarela. Ofrece un equilibrio perfecto entre absorción de agua y resistencia, evitando grandes deformaciones y permitiendo trabajar con múltiples capas de pintura.

Es adecuado tanto para principiantes como para artistas más experimentados. 

400 g/m² y superiores

Los papeles con gramajes de 400 g/m² o más son extremadamente absorbentes y resistentes, ideales para técnicas que implican mucha agua y múltiples capas. Su grosor evita cualquier deformación, proporcionando una superficie estable en todo momento.

Tienen un precio mayor que los anteriores y se utilizan generalmente para obras finales o profesionales. 

Cómo hacer tu propio papel de acuarela

Aunque es un proceso laborioso, los resultados serán únicos y podrás dar rienda suelta a tus necesidades artísticas.

Qué vas a necesitar:

  • Pulpa de algodón o reciclada: puedes comprar pulpa de algodón o utilizar papeles reciclados (preferiblemente sin tinta).
  • Licuadora: para procesar la pulpa.
  • Marco y tamiz: puedes hacerlos tú mismo usando un marco de madera y una malla fina.
  • Recipiente grande: para sumergir el marco y tamiz.
  • Esponjas y toallas: para drenar el exceso de agua.
  • Prensa o una superficie plana y pesada: para prensar el papel.
  • Prensa de papel (opcional): si tienes acceso a una prensa de papel, el proceso será más eficiente. 

Instrucciones paso a paso

1. Preparación de la pulpa

  • Cortar el papel reciclado o la pulpa de algodón: si estás usando papel reciclado, córtalo en pedazos pequeños.
  • Remojar el papel: coloca los pedazos de papel en un recipiente con agua y déjalos remojar durante varias horas o toda la noche.
  • Licuar la pulpa: coloca los pedazos de papel mojado en la licuadora y añade suficiente agua para cubrirlos. Licúa hasta obtener una mezcla suave y homogénea. 

2. Formar la hoja de papel

  • Preparar el recipiente grande: llénalo con agua y añade la pulpa licuada. Mezcla bien para que la pulpa se disperse uniformemente en el agua.
  • Sumergir el marco y tamiz: sumerge el marco con el tamiz en el recipiente, asegurándote de que el tamiz esté cubierto de manera uniforme por la pulpa.
  • Levantar el marco: levanta el marco de manera lenta y uniforme para que la pulpa se deposite de manera homogénea sobre el tamiz. Deja escurrir el exceso de agua.

3. Prensar y secar el papel

  • Transferir la pulpa a una superficie absorbente: coloca el marco sobre una toalla o esponja para absorber el exceso de agua. Puedes usar otra esponja para presionar ligeramente la pulpa y eliminar más agua.
  • Retirar la hoja del tamiz: con cuidado, voltea el marco sobre un pedazo de fieltro o tela suave. Usa una esponja para presionar y ayudar a que la hoja de papel se transfiera del tamiz al fieltro.
  • Prensar la hoja: coloca otra capa de fieltro o tela suave sobre la hoja de papel. Utiliza una prensa de papel o coloca una superficie plana y pesada sobre la hoja para prensarla durante varias horas. Esto ayudará a eliminar más agua y aplanar el papel.
  • Secar el papel: deja que el papel se seque completamente. Puedes colgarlo o dejarlo sobre una superficie plana y limpia. El tiempo de secado dependerá del grosor del papel y de las condiciones ambientales. 

4. Alisar y terminar el papel

  • Alisar el papel (opcional): si el papel ha quedado muy rugoso, puedes alisarlo ligeramente, planchándolo con una plancha tibia y sin vapor, colocando un paño entre la plancha y el papel para protegerlo.
  • Cortar el papel a medida: una vez seco y alisado, puedes cortar el papel en el tamaño deseado para tus proyectos de acuarela.

Pon a prueba tu creatividad:

  • Experimenta con diferentes tipos de pulpa: la pulpa de algodón produce papeles de alta calidad, pero puedes experimentar con otros materiales para obtener diferentes texturas y características.
  • Añade color: si deseas papeles de color, puedes añadir pigmentos naturales a la pulpa durante el proceso de licuado.
  • Textura del tamiz: la textura del tamiz influirá en la textura final del papel. Prueba con diferentes tamices para obtener resultados variados.

 

¿Vas a animarte a hacer tu propio papel de acuarela?

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